En términos
generales, un sistema político es
la plasmación organizativa de un conjunto de interacciones estables a través de
las cuales se ejerce la política en
un contexto limitado.
El concepto nace a
partir de la teoria general de sistemas y
se ha vinculado históricamente a la teoria funcionalista. En
sus comienzos se formaron unas grandes expectativas alrededor del el análisis
de sistemas tanto en su versión organicista y funcionalista,
cuyos desarrollos elaboraron Easton y Almond. Se fueron desarrollando los conceptos y
se presentaron esquemas de ana´lisis político más
organizado, generalizando una terminología propia e independiente del análisis jurídico e sociológico dominante
en la década de los cincuenta.
Conceptualizaciones:
Según David Easton, politólogo canadiense, “Un sistema político es un conjunto de interacciones
políticas. Lo que
distingue las interacciones políticas del resto de interacciones sociales es
que se orientan hacia la asignación autoritaria de valores a una
sociedad”.
La tesis
de Easton puede resumirse de la forma siguiente: La necesidad de resolver de
modo estable las diferencias que surgen entre los miembros de un grupo social
como consecuencia de la escasez predominante en las sociedades impone, en
primer lugar, la utilización de procedimientos y estructuras con el fin de
emprender acciones y tomar decisiones que ayudarán a regular o a reducir las
diferencias y, en segundo término, la aceptación de esas acciones y decisiones
como compulsivas. El carácter autoritario, vinculante, de esas asignaciones o
adjudicaciones es distintivo del sistema político, siempre, claro está, que
vayan dirigidas a una sociedad o, en
otras palabras, que su alcance e implicaciones sean societarias.
Para Easton, las
interacciones operan de la siguiente forma: Se genera un flujo entre entradas (inputs) y
salidas (outputs). Las salidas son las
demandas y apoyos que el sistema recibe de la sociedad o de otros entes y las salidas son la
respuesta del sistema a aquellas demandas. Esto se ha denominado circuito de
retroalimentación (feedback loop) y permite a las autoridades sondear el estado
del sistema y corregir errores y perturbaciones.
Su modelo principal
estaba dirigido por una visión organicista de la política, como si ésta fuera
un ser vivo. Su teoría es una declaración de lo que hace que los sistemas
políticos se adapten, sobrevivan, se reproduzcan y sobre todo que cambien. De
esta forma, con el apoyo de la teoria cibenética
Easton crea un modelo de circuito cerrado cuyo interior funciona e interactúa,
unidad básica del análisis, construyéndolo mediante abstracción; y
denominándolo sistema político.
Mientras tanto, Karl Deutsch se basó en la teoria cibenética en
consonancia con la mecanicista para construir un modelo de sistema
político visto como si se tratara de un sistema de comunicación en el que el
actor que busca obtener el poder jectutivo es considerado un centro de toma de
decisiones. Para ello retoma las ideas de Easton y
plantea la idea de un sistema político como un conjunto capaz de autodirigirse
a partir de la información que recibe del medio ambiente con el
cual interactúa mediante flujos.
Este modelo simplificado consiste en
un diagrama que representa el flujo que parte de unos receptores que
captan, seleccionan y procesan la información interna y externa. Las decisiones
en el sistema se toman con base a estas informaciones, relacionadas con la
memoria y los valores del sistema, simplificación de elementos que forman el
sistema, y se traducen en unos determinados resultados o consecuencias que realimentan
de nuevo el flujo de información. Los conceptos fundamentales de este enfoque
según su autor son la carga, capacidad de carga, demora, delantera y ganancia.
Éstos permiten la medición de los flujos y la construcción de indicadores de
actuación del sistema.
Jean william Lapierre, realiza
una definición a partir del trabajo de Easton pero tratando de menguar su generalidad,
dice “Un sistema político es un conjunto
de procesos de decisión que
conciernen la totalidad de una sociedad global”.
En este
concepto hay implícita la distinción entre dos grandes categorías de decisiones: las
relativas a la coordinación o regulación de las relaciones entre los grupos
particulares, y las correspondientes a las acciones colectivas que comprometen
o movilizan a la totalidad de la
sociedad global, siendo las segundas la que
configuran el sistema político. Sin embargo, esta afirmación ha sido criticada
por parecer un objetivo prescriptivo más que una descripción de la realidad ya
que existen decisiones que llamamos colectivas, y por tanto forman parte del
sistema político, no afectan ni involucran a toda la sociedad global.
Distinto del planteamiento de Easton y de K. W. Deutch, es el
adoptado por G. A. Almond y G. B.
Powell. Estos autores, en su obra Política comparada, hacen una definición propia del sistema político
acorde con la teoría funcionalista: “Un
sistema político es un sistema de interacciones, existente en todas las
sociedades independientes, que realiza las funciones de integración y adaptación, tanto al interior de la sociedad como en relación con las otras,
mediante el uso o la amenaza del uso de la violencia física más o menos
legítima”
Por lo que se refiere al concepto de sistema, su exposición no
difiere, en esencia, de otras formulaciones sistémicas: el sistema supone
interdependencia, es decir, conexión entre los componentes, de manera que si se
produce alguna alteración en cualquiera de ellos, el resto de los elementos
integrantes del sistema se verá, lógicamente, afectado.
Las
principales críticas a esta definición argumentan la falta de concreción sobre
la consideración de una sociedad como sociedad
independiente, la
limitación dentro del logro del objetivo de las vías de la violencia como sistema y que su trabajo responde a un esquema de conceptos en lugar
una teoria sobre
los sistemas políticos de naturaleza explicativa
En cuanto a las funciones del sistema político, Almond y Powell proponen hasta doce, encuadradas en tres niveles de funcionamiento: 1) El de la capacidad para producir resultados políticos (inputs); 2) El de la transformación de los inputs (demandas y apoyos públicos) en outputs en forma de decisiones que posteriormente serán puestas en práctica y 3) El de mantenimiento y adaptación del sistema. Las funciones son, respectivamente, las de regulación, extracción, distribución y respuesta, en el primer nivel; las de articulación y agregación de intereses, formación, aplicación, ejecución y comunicación de las normas en el segundo y las de reclutamiento y socialización en el tercero.
Por
último, en lo referente a la tipología de los sistemas políticos, los autores
arriba citados exponen una clasificación basada en el grado de diferenciación
estructural y secularización cultural, según la cual pueden distinguirse tres
grandes tipos de sistemas: a) primitivos; b) tradicionales; y c) modernos, con
diferentes subtipos en cada uno de ellos.
Maurice Duverger, jurista, politólogo y político frances del siglo XX, parte de la distinción existente
entre los conceptos de institución política, regimen político y sistemas. Lo define así: “Un sistema político es el conjunto del sistema social estudiado en sus
aspectos políticos”.
Para Duverger el sistema político es
la entidad en el cual confluyen los actores políticos. Las instituciones políticas son, a su vez, las partes integrantes
de un subsistema político que
es lo que se denomina régimen político.
Un enfoque
diferente al de Duverger es el que ofrece Samuel Huntington, quien hace la
siguiente definición “Un sistema político
es un conjunto formado
por unas determinadas instituciones políticas, que tienen unas determinadas
expresiones formales identificables en el régimen jurídico, en relación con un cierto nivel de participación que se
manifiesta en conductas observables empíricamente y referidas al ejercicio del
poder político por medio de las instituciones y los actos del gobierno”
Según Samuel Huntington, se podría
definir el nivel de institucionalización de cualquier sistema político por la
adaptabilidad, complejidad, autonomía y coherencia de sus organizaciones y
procedimientos.
Y por último, Favid Ernest Apter, parte de definición
conductualista criticando el enfoque de sistemas afirmando
que es demasiado aparatoso y alejado de la realidad, por lo que elabora una
definición que trata de acercarse a la misma considerando pautas sociales y de conducta “Un sistema político es una formación que
resulta de la relación entre las normas de sociedad y las
pautas de autoridad prevalecientes”. Apter predijo que el futuro de la Ciencia política estaba más en el neoconductismo que
en el neoinstitucionalismo.
Tipologías
Al existir varias
definiciones del concepto también existen diversas tipologías de sistemas políticos
El esquema elaborado
por Samuel Philips Huntington obedece
al cruce de dos variables que
el autor identifica como claves para explicar el desarrollo político: el nivel
de institucionalización del
poder y
el de participacion política en el proceso de decisión. La tipología de Huntington pone de relieve la importancia de
analizar aspectos de comportamiento político con aspectos institucionales, pero
sus conceptos a veces se alejan demasiado de las realidades institucionales de
los países que estudia.
David Erbest Apter conceptualiza
los sistemas políticos conforme a dos variables: que valores dictan
las normas de
una sociedad influyendo en el proceso de decisión y
cómo se ejerce este poder legitimado o autoridad.
En su modelo los valores pueden representarse como ideologías o preceptps ético o
como metas sociales concretas;
es decir, de modo instrumental o
de manera consumatoria.
La autoridad puede ser ejercida jerárquica o piramidalmente. Así, del cruce de
las dos variables Apter se derivan cuatro tipos de sistemas: 1) Sistemas
políticos fuertes; 2) Sistemas políticos débiles; 3) Sistemas políticos
estables y 4) sistemas políticos inestables.
David Ernest Apter, conceptualiza los sistemas políticos
conforme a dos variables: que valores dictan
las normas de una sociedad influyendo en el proceso de decisión y
cómo se ejerce este poder legitimado o autoridad.
En su modelo los valores pueden representarse como ideologías o preceptos o
como metas sociales concretas; es
decir, de modo instrumental o de manera consumatoria.
La autoridad puede ser ejercida jerárquica o piramidalmente. Así, del cruce de
las dos variables Apter se derivan cuatro tipos de sistemas: 1) Sistemas de movilización;
2) Sistemas burocráticos; 3) Sistemas teocráticos y 4) sistemas de conciliación.
Maurice Duverger analiza lo que él denomina como los
grandes sistemas políticos, que se corresponden con los sistemas políticos en
auge durante momento histórico en el que escribió su obra, el siglo XX. Duverger realiza su
tipología en función del sistema propicio para el resultado idealmente
adaptativo de dos variables: el régimen
político (democracia o dictadura) y el sistema
económico (socialismo o capitalismo). De las combinaciones en las que
estos regímenes pueden aparecer y desarrollarse dentro de un sistema se
obtienen cuatro tipos de sistemas políticos: 1) Sistema liberal; 2) Sistema
capitalista; 3) sistema socialista y 4) Sistema autoritario.
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